Con el fin de proteger la piel de la contaminación ambiental y la luz azul, Kenzai Cosmetics ha concebido una gama de productos que aúnan dos ingredientes naturales: la ectoína y la savia de bulbine frutescens. La interrelación de estos principios activos actúa como un escudo que protege las células del estrés oxidativo, hidratándolas intensamente y fortaleciendo la película hidrolipídica de la piel.
La ectoína es una pequeña molécula derivada de un aminoácido producido por múltiples microorganismos marinos con una elevada capacidad de adaptación denominados «extremófilos». Estos microorganismos pueden sobrevivir en condiciones muy difíciles: aguas muy calientes o muy frías, ácidas o muy saladas, grandes profundidades oceánicas con una presión muy alta, etc. La función principal de la ectoína es, pues, proteger los organismos contra un estrés osmótico extremo.
La investigación científica ha demostrado que la ectoína también puede proteger nuestra piel:
• Protección del sistema inmunitario de la piel
• Protección de las células (por el estrés del calor)
• Fotodermatosis* (por desnaturalización de las proteínas
• Envejecimiento cutáneo (por los efectos de los rayos UVA)
• Fijación de la hidratación (también en caso de estrés hídrico)
• Fijación de la hidratación a largo plazo